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Redacción Salomé Conde Cárdenas 

Antonia Echeverry Escudero, estudiante de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES no solo se ha enfocado en lo académico, también ha dedicado parte de su tiempo en la cancha de fútbol sala de la universidad en la que demuestra su pasión por un deporte que la ha acompañado desde la infancia.

“Desde que tengo memoria, siempre he estado en contacto con perros, caballos, vacas, mi familia es amante de los animales, lo que influyó en la decisión de qué estudiar”, mencionó la estudiante de veterinaria. Pero, fue su padre quien le despertó el interés por el fútbol desde que era una niña. “Siempre veíamos fútbol y jugábamos juntos…recuerdo la primera vez que me llevó al estadio a ver jugar al Nacional, yo me sentía muy feliz de estar ahí apoyando al equipo del cual hasta el momento sigo siendo hincha, eso me llenó y motivó a practicar el deporte. Desde que empecé con el deporte mi papá asiste a todos mis partidos”.

Con diez años de experiencia en el fútbol y uno en fútbol sala, ha demostrado su destreza en la cancha representado a la Universidad CES con este último deporte en dos campeonatos importantes: ASCUN (Asociación Colombiana de Universidades), en el que el equipo pasó a nacionales en 2023 y la Liga Metropolitana de Medellín.

Un camino lleno de desafíos

A pesar de los estereotipos de género que enfrenta practicando un deporte históricamente liderado por hombres, Antonia Echeverry ha perseverado sin importar que tan difícil ha sido el escenario.

“Mi abuela y mi mamá no querían que yo jugara fútbol, ellas preferían que hiciera otras actividades más femeninas o atribuidas a lo femenino por el estereotipo de que las mujeres futbolistas son marimachas”. Sin embargo, esto no fue un impedimento para tomar la decisión de seguir en un deporte que hace parte fundamental de su vida, aunque reconoce que es un desafío diario, “como mujer hay que esforzarse más para ganarse el respeto”, precisó.

Equilibrar el deporte con sus estudios universitarios ha sido un reto, a pesar de la exigencia académica de su carrera, ha logrado dividir su tiempo para también entrenar y competir. Este año ingresó al equipo de fútbol de la universidad con el que se encuentra actualmente participando en ASCUN 2024.
Con su determinación y pasión ha convertido en un claro ejemplo de que se puede destacar tanto en el aula como en la cancha, evidenciando la destreza y versatilidad que tienen las mujeres para destacarse en cualquier escenario.