“#EnQuéEstamos

“Estudiar biología es como estudiar la vida en sí misma. Colombia es uno de los países más biodiversos y maravillosos para estudiar biología”, eran algunas de las frases que repetía Juan Pablo Sierra Aristizábal, un joven de 22 años fanático del conocimiento que actualmente es estudiante de octavo semestre del pregrado de Biología en la Universidad CES. Para él, acceder al conocimiento es la única manera de entender la vida.

 Juan Pablo solo consume ciencia. Todo el contenido que consume en redes sociales: sus tiktoks, memes o vídeos en youtube se relacionan con este maravilloso mundo del conocimiento. Es un joven curioso, que se cuestiona todo lo que lo rodea.

 Aprender sobre el funcionamiento de la vida fue una de las razones por las que estudió esta carrera y al ganarse la beca Sofía Pérez de Soto en el 2017, no dudó ni un segundo en estudiar En esta universidad. Al iniciar la vida universitaria, Juan Pablo conoció amigos, con los que se quedaba hasta que sonaban las alarmas del campus en las noches.

 Este alumno, vive en el corregimiento San Antonio de Prado de Medellín con sus papás, Alejandra Aristizábal y José Sierra, y recuerda que en los primeros semestres era toda una travesía llegar a las instalaciones de la Universidad CES y llegaba en un bus de servicio público que pasaba cerca a su casa y lo dejaba en la estación Poblado del metro. Todo ese viaje valía la pena al entrar a las clases de microbiología y botánica, además de los laboratorios de Micología, biotecnología y biología molecular. 

 Juan Pablo explica que existen dos tipos de biólogos, los que se interesan por el trabajo de campo y los de laboratorio. Él prefiere estar en un laboratorio, se siente cómodo estudiando biotecnología o genética molecular, además, de estar entre máquinas como la de PCR, con la que se pueden identificar especies, enfermedades, incluso genes, que se utilizan para diversos campos como el de la biotecnología, uno de los que más le apasiona.

 En el programa de Biología de la Universidad hay varios semilleros que pueden cursar los estudiantes, algunos de ellos son el Semillero de hongos, el Semillero de genética, el Semillero de entomología (insectos), de mastozoología (mamíferos), de ornitología (aves), de botánica y el Semillero de biotecnología vegetal, una de las ramas que más le apasionan al poder aportar desde este campo a la sostenibilidad.

 Juan Pablo, ya en los últimos semestres de la carrera, está desarrollando su trabajo de grado, que consiste en la producción de hongos comestibles a partir de desechos orgánicos como los bambú de los jardines de la universidad, bagazo de caña y capacho de maíz. 

 “Este proyecto para mí es muy importante, porque básicamente la idea es aprender a producir comida a partir de basura o de desperdicios. Obviamente con su respectivo lavado y preparación”, comentó Juan Pablo Sierra.

En la carrera viajó mucho. Visitó la Reserva Natural Sanguaré cerca al Golfo de Morrosquillo, además, de los municipios antioqueños Urrao, Caracolí, Belmira y Valdivia. En las clases prácticas de zoología, logró ver una medusa inmortal (turritopsis nutricula), ya que es coral y tiene la capacidad de transformarse en medusa y viceversa por el resto de su vida. Este ha sido una de los animales más fascinantes que ha visto.

 Otra especie fascinante de la que aprendió y conoció en la carrera es el tardígrado, llamado comúnmente oso de agua, un animal resistente a todas las condiciones de vida posible. La única manera de extinguirse es si el sol dejase de existir.

 “Si son personas que les gusta pensar, aprender sobre la vida y la naturaleza, además de tener un pensamiento crítico para enfrentar problemas medioambientales y sociales que hay actualmente en el país y en el mundo, les recomiendo estudiar esta carrera”, aseguró Sierra Aristizábal.

 ¿Y tú qué esperas para vivir esta aventura?