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Por trochas del Suroeste, estudiantes de Fisioterapia promueven la inclusión

Fotografía: Cortesía de Ana Isabel Palacio Botero y Sara Yepes Largo

Estudiantes de la Facultad de Fisioterapia de la Universidad CES prestan el servicio de acompañamiento profesional a personas con discapacidad, en los municipios antioqueños de Jericó, Támesis y Jardín.

La Universidad tiene convenio con la Fundación Aurelio Llano Posada, en el cual se enmarca en brindar una práctica a los estudiantes de trabajo a la comunidad. Acá ellos pueden aplicar sus conocimientos del pregrado y lo hacen desde la promoción de la salud, trabajando directamente con las comunidades”, dijo Ana María Arias Pérez, coordinadora de proyección social y práctica de la Facultad de Fisioterapia.

En la tierra del cacao…

Sara Yepes Largo es estudiante de décimo semestre de Fisioterapia y actualmente se encuentra ejecutando sus prácticas en el municipio de Támesis, Antioquia. Todos los días sus labores comienzan desde las 7:00 a.m. donde se dirige desde el centro del municipio hacía la vereda San Luis para la atención de sus pacientes.

Los caminos para acceder a los recintos de la comunidad son trochas de difícil entrada. Sin embargo, Sara, con una botella de agua en mano, un maletín y un perrero, bastón utilizado para subir trochas, recorre a pie, durante 45 minutos, los senderos para llegar a su destino, ahí les brinda atención en salud a personas con discapacidad e instruye a sus cuidadores.

Los fisioterapeutas tienen la función de evaluar y tratar a personas cuyo movimiento está limitado por una lesión, enfermedad o vejez. Sara encontró en su experiencia a Don Conrrado, un campesino carismático y con una sonrisa grande, que padece de una discapacidad.

En mi experiencia me encontré a un señor, que por pasares de la vida tuvo una lesión cuando estaba trabajando en su finca. Él no conocía del asunto entonces no acudió a un médico de inmediato, sin embargo, quedó con una lesión muy grave que lo llevó a una silla de ruedas. El compromiso a nivel cerebral fue tanto que afectó su parte del habla”, compartió Sara.

Adicional, Sara se ha topado con casos especiales como el de doña Marleny del Socorro Morales, quien sufre de hidrocefalia crónica, una enfermedad que va deteriorando la salud y dejando sin movilidad los pies, manos y boca de las personas. Pero, doña Marleny es cuidada por su hermana, a quien Sara ha instruido para el cuidado de la paciente.

“La experiencia que hemos aprendido de Sara es el cuidado que debemos tener con nuestros familiares. Uno antes era descuidado con los alimentos y los ejercicios de Marleny, pero desde que Sara llegó nos hizo un recordatorio de las terapias para ejercitarla, ella es importante para la comunidad”, manifestó Stella Morales hermana y cuidadora de Marleny del Socorro Morales.

Desde Jardín…

El día de Ana Isabel Palacio Botero, estudiante de décimo semestre de Fisioterapia y residente en el municipio de Jardín, comienza cuando despierta en la casa de la familia Mesa Cañaveral, en la verada Arboleda. Su hogar temporal es conformado por parientes antioqueños de índole carisma.

Con una “coca”, recipiente plástico en el que lleva el almuerzo, sale de su residencia a las 6:00 a.m. cuando el sol apenas brilla en el suroeste antioqueño. Un conductor de vehículo y una líder de la Fundación Aurelio Llano Posada la acompañan en su recorrido por las veredas del municipio de Jardín.

Durante su trayecto tiene como labor principal el acercamiento a las personas con discapacidad, en el cual busca educar a los cuidadores a través de folletos y planes caseros, como los alimentos que requiere consumir el paciente y ejercicios que se le recomienda realizar, para la atención de sus familiares.

Ana Isabel visita aproximadamente entre 5 a 8 hogares campesinos todos los días desde que inició su práctica. En uno de ellos conoció a un paciente que la motivó en su vida, Liliana Restrepo, una antioqueña resiliente: 

La paciente Liliana Restrepo es un caso sorprendente. Ella es una chica que tiene parálisis cerebral. La verdad yo me imaginaba encontrar una persona con dificultades en su movilidad, todo el cuadro clínico de quienes padecen esta enfermedad. Sin embargo, me encontré con alguien diferente, ella estudia, es activa y funcional, el esfuerzo que ella hace día a día para salir adelante me impactó”, contó Ana.

Para Liliana ha sido un alivio encontrar la atención de Ana Isabel, quien le ha ayudado en sus terapias para no perder su funcionalidad.

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