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Redacción Laura Guerrero Coronado

La Unidad de Biotecnología Vegetal (UBI) de la Universidad CES es el laboratorio que se encarga de prestar servicios de detección de virus y viroides en plantas, además desarrolla actividades de innovación y la propagación in vitro. En este año, 2023, ratifica el registro ICA que lo acredita como laboratorio de diagnóstico fitosanitario.

El primer registro ICA le fue dado a la UBI según resolución 00029658 de agosto 8 de 2018 como productor de material vegetal micropropagado. En enero de 2022, fue otorgado el segundo que asegura el cumplimiento de los parámetros exigidos en términos normativos, de aseguramiento de la calidad, temas técnicos, personal capacitado, infraestructura y demás como laboratorio de Diagnostico fitosanitario registro ICA No. LB0000052022

Además, es el único laboratorio en Antioquia con este registro que utiliza la técnica más sensible de detección de virus, RT PCR en tiempo real.

La UBi tuvo sus orígenes en 2011 con proyectos de investigación y trabajos de grado de estudiantes del programa de Biología. La primera técnica implementada fue para la detección de viroides y, más adelante, en 2014, empezaron los procesos de la propagación in vitro.

Desde el inicio, su trabajo se ha enfocado principalmente a los cultivos de crisantemo en especial cuando se realizan procesos de micropropagación que, como lo explica su director Diego Martínez Rivillas: “A un productor le podemos estar entregando 15 plantas que en 90 semanas se van a convertir en un millón. El cultivo de crisantemos es muy importante, está concentrado en los municipios de La ceja, El Carmen de Viboral, Rionegro y Marinilla, genera alrededor de unos 15.500 empleos de manera directa y representa el 11% de la producción nacional de flores de exportación”.

Asimismo, y gracias a la innovación y a la investigación del laboratorio hoy en día se pueden detectar virus y viroides no solo en flores sino en cultivos de cítricos (naranjas, limones) y pasifloras (maracuyá, gulupa, granadilla). Solo en crisantemos, la UBI respalda la producción de más de 1.200 millones de plantas de crisantemos anualmente.

“Cuando las muestras llegan al laboratorio, ese ítem de ensayo pasa por todo un proceso de custodia y preparación (se realiza una codificación, un pesaje y una extracción de ácidos nucleicos y finalmente se lleva a cabo la prueba de detección) para la búsqueda de esos patógenos que posiblemente lo estén

afectando o de los patógenos que los clientes quieran verificar que su material vegetal no lo tiene”, explicó Alejandra Vargas Ruiz analista líder de la UBI.

Dentro de los objetivos que tiene la unidad para el futuro está el desarrollo de nuevas técnicas para apoyar a más empresas y agricultores

“Queremos enfocarnos a la búsqueda de genes y de marcadores moleculares que están asociados a enfermedades que afectan cultivos de flores. Estamos evaluando técnicas que nos permitan eliminar virus y viroides en los cultivos sobre todo en los materiales residuales”, concluyó Martínez Rivillas.