#EnQuéEstamos

Juan Diego Martínez Sánchez, el guardián de la sonrisa

Fotografía: Oficina de Comunicaciones

Juan Diego Martínez Sánchez organiza los instrumentos dentales sobre la mesa. Mientras los deja alineados y con las mismas distancias, cubre con dos guantes plásticos desechables sus manos. Se organiza el tapabocas y se lo ajusta detrás de las orejas. Saca de un cajón un delantal azul, que se pone encima de la ropa delicadamente, mientras recibe a su paciente a primera hora de la mañana.

La escena ocurre en la IPS CES Sabaneta, el centro de prácticas y servicios de la Universidad CES, en el que los estudiantes del pregrado de Odontología hacen sus prácticas y tienen el primer acercamiento de lo que será su vida profesional.

Este cordobés, moreno de sonrisa radiante, comenzó la carrera en la institución en el 2018, luego de ganarse una de las becas de Ser Pilo Paga en el 2017 por ser uno de los mejores puntajes en las pruebas del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación —ICFES de ese año. Desde el colegio sabía que quería entrar al área de la salud para interactuar con las personas y poder ayudarlos de alguna u otra forma.

El inconformismo de muchas personas con su sonrisa lo impulsó a estudiar Odontología, ya que “quería aportar un granito de arena para mejorar la condición de salud y vida de las personas de alguna manera”, detalló el joven. Para los odontólogos el valor de una sonrisa no tiene precio. Intervenir la boca y hacer que los dientes y el rostro estén en armonía es de alguna forma pulir o arreglar la carta de presentación de las personas.

“Lograr que una persona vuelva a sonreír después de tanto tiempo es una satisfacción muy grande. Saber que ellos no se sentían seguros de sonreír o de hablar en alguna reunión por vergüenza es triste pero poder acabar con ese sentimiento gracias a lo que he aprendido como odontólogo es algo maravilloso”, contó el estudiante Martínez Sánchez al boletín Enlaces Digital.

En la Universidad CES las materias que más ha disfrutado ha son Rehabilitación Oral y Cirugía Oral, en las que ha podido profundizar en temáticas como anatomía, técnicas quirúrgicas, materiales de vanguardia, biomateriales que se usan en casos específicos, creación de prótesis, restauración de dientes y, en general, el concepto de armonía entre la boca y el rostro, que es uno de los aspectos que más le apasionan.

Una de las experiencias prácticas que más lo ha marcado ha sido cuando asistió a una brigada de salud para brindar servicio social a niños en una comunidad de escasos recursos en el municipio de Sabaneta que presentaban dificultades para acceder al sistema de salud.

En el encuentro lograron intervenir con procedimientos como restauraciones dentales y exodoncias, todo en compañía de odontólogos especialistas.

Juan Diego Martínez es un estudiante organizado. Sus manos son ágiles y manipulan fácilmente los instrumentos dentales como los bisturíes y las espátulas. Luego de terminar la carrera sueña con hacer una especialización en Cirugía Maxilofacial o en Rehabilitación Oral.

Mientras está sentado en una silla contando sus sueños, llega a la conclusión de que la clave de esta profesión está en el contacto con los pacientes, con las personas. Pocas cosas más íntimas hay más que una boca, por lo que este personaje debe encargarse de que las personas se sientan cómodas y seguras.

Juan Diego Martínez vive en el barrio de Buenos Aires de Medellín. Tiene 20 años y vive solo, ya que su familia vive en San Carlos, Córdoba, cerca de la ciudad de Montería. Ha participado en programas de gobierno, en campamenos juveniles, con los que ha viajado y conocido lugares como La Guajira, Cali, Manizales, y otras ciudades.

Sus pasatiempos favoritos son escuchar música y ver películas y series de acción como “The Shooter” del director estadounidense Antoine Fuqua. Le gusta estar en la naturaleza y planear actividades como acampar, observar la naturaleza, convivir y conocer animales y, en general, apreciar las maravillas que ofrece la Tierra.

El estudiante es preciso con sus movimientos. No tiembla ni repite algún movimiento por haberlo fallado. Mientras atiende a sus pacientes en la IPS CES Sabaneta suelta con su firme voz unas palabras que fluyen sin mucho esfuerzo en las que confiesa que estudiar esta profesión es más por vocación que por dinero.

Ser odontólogo es cargar con la responsabilidad de estar al servicio de los demás para mejorar su calidad de vida. Es querer ser el guardián de la sonrisa de los seres humanos. Martínez recalca que los jóvenes que se sientan atraídos a este camino les dice que luchen por sus sueños y no decaigan en el proceso.

Estudiar Odontología en la Universidad CES trae recompensas y enseñanzas fructíferas. Para Juan Diego Martínez no hay nada mejor que ver la manera en la que comienzan a dibujarse líneas curvas en el rostro de las personas al ver el trabajo que logró hacer con esfuerzo y dedicación.

¿Y tú qué esperas para vivir esta aventura?

Deja un comentario

Comparte esta información: