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Alternancia una realidad que palpita en la U

Fotografía: Cortesía de Laura Clavijo y Alejandra Rojas

El comienzo de un fin de semana en marzo del 2020 y la euforia por descansar, se convirtió en el latente e inesperado suceso que hoy en día sigue rondando la vida de la comunidad universitaria de la Universidad CES, la alternancia académica.

La cuarentena obligatoria, decretada en medio de las medidas para evitar la expansión del coronavirus, llegó sin previo aviso para los estudiantes y docentes de la institución. Un día todo se tornó diferente y los eventos presenciales como las clases, grados y juramentos pasaron a la virtualidad.

En el caso de Laura Daniela Clavijo Páez, estudiante de noveno semestre de Química Farmacéutica, quien ya había comprado su vestido y organizado una cena con sus amigos, fue a “quema ropa” la decisión de suspender la ceremonia de promesa en marzo de 2020. Sin embargo, 6 meses después logró realizar su sueño como profesional en esta ocasión por medio de la virtualidad.

Aunque su promesa fue aplazada y sus prácticas de laboratorio cancelados, como química farmacéutica, Laura adoptó una parte de su casa para continuar con su investigación de proyecto de grado, donde adecuó una especie de huerta y sembró sus hongos. Cada vez que necesitaba prendía dos mecheros y simulaba el ambiente de laboratorio para sus proyectos.

“En mi alternancia me levanto a clase virtual de 6:00 a.m. donde por lo general son materias de teoría. Salgo antes de la clase porque debo asistir al laboratorio de la IPS CES Sabaneta. Allí es donde realizo toda la parte práctica. La alternancia me da tiempo para distribuir mis espacios entre lo teórico y lo práctico, me gusta, aunque todos mis compañeros no puedan asistir a los laboratorios”, manifestó Laura.

Para asistir a los espacios de práctica o a la universidad se tienen estrictos protocolos de bioseguridad, con la aplicación de metodologías como el ‘pico y facultad’, donde estudiantes y docentes asisten por días a las sedes; la implementación de la plataforma CES me cuida para hacer control epidemiológico al ingreso de las sedes de toda el personal interno y externo; todo ello para evitar aglomeraciones y permitir solo un aforo en cada una de sus sedes superior al 38%.

De la cámara a la clase…

La situación de María Alejandra Rojas Hincapié, estudiante de tercer semestre de Ingeniería Biomédica, es diferente a la de Laura. Ella desde que ingresó como primípara a la U solo asistió dos meses presenciales.

Cuando la Universidad CES decidió implementar la alternancia, María Alejandra se sintió satisfecha al saber que podía asistir los viernes a la U y encontrarse con sus amigos para recibir clase de cálculo.

“Estando en la virtualidad total sufría porque no me podía concentrar en mi casa, el ruido en ocasiones era incómodo para estudiar. También sufro con el internet cuando se cae en la zona y pierdo explicaciones. En cambio, en la presencialidad tengo la oportunidad de concentrarme más”, comentó María Alejandra.

Compañeros que dejan sus micrófonos abiertos en clase y comienzan con sus cantos, son algunos de los sucesos jocosos que le ha dejado la virtualidad a María Alejandra. También pasar de la cámara a la presencialidad, la llevó a desconocer y conocer nuevamente a sus docentes y compañeros de clase, donde el aforo de su aula es de 10 personas y deben usar todo el tiempo su tapabocas.

“Es un mundo nuevo cuando llego a la U, donde desconozco la cara del profesor que dicta la clase o del compañero que me habla por el chat. No soy a la única que le pasa, también los docentes sienten confusión cuando llegan al salón, sin saber quiénes somos porque no nos han visto”, contó.

De la virtualidad a la práctica

Para Natalia Córdoba Álzate estudiante de octavo semestre de Odontología, la virtualidad fue un “baldado de agua fría”. Ella debía empezar a realizar sus clínicas en sexto semestre. Estas son materias del pregrado donde se simula la atención bucal del paciente antes de pasar a la práctica profesional con el paciente real. Sin embargo, por medidas de bioseguridad de la pandemia se suspendieron.

No obstante, el panorama le cambió con el paso de las medidas de bioseguridad y el comportamiento de la pandemia. Actualmente Natalia se encuentra en alternancia en la IPS CES Sabaneta realizando su práctica en Odontología.

“Todas las clases teóricas las veo virtuales y me gusta porque no necesariamente requiero ir a la U. Tengo más tiempo para planear otras cosas. Comencé mi alternancia cuando fui a la clínica para mi práctica. Acá veo a mis compañeros con quienes me distraigo, aparte porque también me toca atender pacientes y suplir el vacío de esas materias que se cancelaron en sexto semestre”, expresó.

Finalmente, Natalia considera que la alternancia es un modelo que favorece a los estudiantes de último semestre para el buen manejo de su tiempo en las clases teóricas y las prácticas.

Actualmente más de 1.200 estudiantes asisten de manera presencial a centros de práctica, laboratorio, rotaciones, todo en medio de estrictos protocolos de bioseguridad en la Universidad y sus sedes. 

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