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Desde los fríos páramos hasta las tierras cálidas, desde los países norteamericanos hasta Argentina, el puma tiene su hogar en todo el continente y también habita entre los bosques de Antioquia y Colombia.

Este felino, el segundo más grande del continente americano, está siendo estudiado en la región por Juan David Sánchez Londoño, docente e investigador de la Facultad de Ciencias y Biotecnología de la Universidad CES, y Esteban Restrepo Cortes, estudiante del programa de Biología, que se dieron a la tarea de consolidar el trabajo de siete años de observaciones y registros de este animal en una investigación que busca determinar temas como su alimentación y sus patrones de actividad en el departamento.

“Existen muy pocos estudios que describan su patrón de actividad y solo existen 3 trabajos que investigan la dieta del puma en Colombia. Esta sería la primera investigación que consolidaría datos sobre seguimiento de la especie específicamente en Antioquia”, detalló el docente.

Su trabajo se concentra en tres zonas visitadas a lo largo de su trabajo campo: los bosques aledaños al Valle de Aburrá, el altiplano norte (Santa Rosa de Osos, Yarumal) y el Magdalena Medio. Zonas que van desde el clima frío a 2.220 metros sobre el nivel del mar hasta los bosques cálidos rivereños.

Las visitas que han realizado los investigadores se centran en la revisión de fotografías tomadas por cámaras trampa, rastreo de la presencia de pumas y recolección de material como excretas para que sean analizadas y determinar la dieta que tiene.

“Por ejemplo, nos hemos encontrado con que el puma se puede adaptar a zonas muy intervenidas y que está consumiendo presas muy pequeñas, del tamaño de un armadillo o un conejo, cuando se espera que su dieta este centrada en animales que tengan el tamaño de un venado”, agregó Sánchez Londoño.

Para Esteban Restrepo la búsqueda del puma resulta fascinante, pues, aunque no lo han logrado ver presencialmente, sí siente que cada vez que encuentran una excreta o las marcas de sus garras en un árbol, están siendo observados por el felino que controla su territorio.

“Nos encontramos con que el puma es un animal generalista, que se adapta a lo que hay para comer. Hemos evidenciado diferencias entre su dieta acá en Antioquia que difieren mucho de otros lugares, por ejemplo, entre los animales que consume hay mucha presencia de armadillos, perezosos de dos uñas y hasta erizos, porque encontramos espinas de estos animales en las excretas”, destacó de su experiencia en campo el estudiante.

Los investigadores señalaron que, si bien el puma no se encuentra en ninguno de los niveles de riesgo de extinción de la especie, sí hay zonas en las que su población ha sido muy diezmada, por lo que es importante determinar cambios que puedan indicar una disminución o una transformación en su comportamiento y advertir el riesgo.