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Hace dos años en la Universidad CES se creó un laboratorio de hongos comestibles, en el que primero se buscó que la comunidad universitaria conociera todos los beneficios que este producto puede generar, por eso se formó el Semillero de hongos y segundo, buscar la manera de comercializarlo.

Paola Zapata Ocampo, docente de la Facultad de ciencias y biotecnología, es la encargada del laboratorio y semillero de hongos:

“El semillero ha tenido gran acogida, los estudiantes quieren cultivar distintas especies de hongos e incluso han utilizado residuos orgánicos para el proceso, ayudando así con este problema ambiental”, comentó la docente.

Además, hay estudiantes como Maria José Manrique de la Facultad de Ciencias y Biotecnología que están comprometidos con el semillero:

“La experiencia en el laboratorio ha sido satisfactoria y de mucho aprendizaje, siento que el trabajo que hemos venido haciendo con este proyecto se ha desarrollado de una manera adecuada tanto por quienes nos guían como por las instalaciones y espacios que la Universidad nos brinda”, señaló la estudiante Manrique.

El semillero de hongos también ha hecho visitas a comunidades vulnerables como El Cedro en Apayel, en las que fomentan el consumo de este producto, ya que se puede reemplazar comidas básicas con esta seta.

“Hay otras formas de alimentarse, dentro de la seguridad alimentaria hay que diversificar el portafolio de alimentos y los hongos es una buena opción”, señaló la coordinadora del Laboratorio.

Otro objetivo que se tiene con estos hongos es el de comercializarlos, ya que en muchos países de Europa es común alimentarse o producir distintos aderezos con ellos. La idea en la Universidad CES es convertirlos en sales para carnes o ensaladas y de esta manera poder venderlos en la tienda universitaria.

“Yo ya probé los hongos y es muy chévere conocer sabores diferentes al champiñón que es el único que conocemos. Créanme, todo queda rico con estos hongos comestibles”, finalizó Maria José Manrique.