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Redacción: Jimena Bedoya Moncada

¿Tu hijo se estresa, altera, presenta aumento de la presión cardíaca, sudoración y demás al tener contacto con una persona disfrazada?, estos son algunos síntomas que pueden presentar los niños frente pánico durante las celebraciones de Halloween.

“La fiesta de disfraces o Halloween es un espacio de disfrute y de alegría, sin embargo, puede llevar a que los niños más pequeños sientan miedo, como familia podemos ayudar a mitigar esta sensación y preparar a nuestros niños para tener una mente abierta frente a esta celebración”, indicó Carolina Jiménez Fernández, Psicóloga de la Universidad CES.

Psicólogos de la Universidad CES explican que los niños menores de seis años pueden presentar una sensación de miedo al experimentar nuevas cosas por ejemplo nuevas sensaciones, personas, estímulos y se pueden enmarcar dentro de los miedos evolutivos. En las festividades de Halloween es común que se manifieste esta emoción debido a que los niños aún no tienen la capacidad de diferenciar que los disfraces son una trasformación de la realidad.

“En general los niños crecen y los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación. Cuando aparecen este tipo de conductas en las cuales no se cubren las necesidades emocionales, hay pérdida del control, no hay conexión emocional, vivió una experiencia traumática por ejemplo se perdió en Halloween, le dio pánico un disfraz, entre otros, es ahí donde se puede generar una fobia”, expresó Claudia Jimena Salazar Trujillo, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad CES.

“El niño no entiende si, por ejemplo, yo me pongo una máscara yo me vuelvo un extraterrestre y no, que soy la psicóloga, la amiga, la persona con la que juega, etc. Para el niño lo que está viendo es la realidad y al no diferenciarla de algo ficticio le genera pavor”, explicó Claudia Jimena.

El miedo es una emoción que surge con el propósito de preservar la supervivencia de la especie, aseguran los expertos. Para ellos no se debe confundir el temor con la fobia ya que, esta última corresponde a un trastorno asociado a una angustia excesiva, un temor fuerte o irracional hacia un objeto, imagen, animal, etc.

“Es muy importante que tengan en cuenta a sus hijos porque hay niños a los que no les gusta disfrazarse y que pueden disfrutar del Halloween sin necesidad de hacerlo, pueden utilizar algunos accesorios o simplemente no participar de estas fiestas”, comentó la docente.

Para Halloween los psicólogos recomiendan:

1: No poner las necesidades de los padres por encima de los niños. Por ejemplo, si a la mamá le gusta disfrazarse no debe imponerle al niño a hacerlo también.

“Acompañar desde el amor y no desde lo comercial, a veces por tendencia llevamos a nuestros hijos a incrementar los miedos frente a esta fecha y exigimos que lleven sus trajes, lo importante es el disfrute y el poder compartir un espacio con otros niños de su edad”, expresó Carolina Jiménez.

2: Es importante observar si el niño se emociona con estas fiestas como el Halloween y si toma la iniciativa de querer disfrazarse. En caso contrario, si se estresa, altera o manifiesta el temor hacia los disfraces es una señal para tomar medidas al respecto.

“Si el niño dice que no se quiere disfrazar mi recomendación es respetar la decisión, que sea él quien haga un acercamiento a esto, por medio de una máscara, ponerle su ropa y jugar con él a que somos un personaje para que se vaya familiarizando”, enfatizó la psicóloga.

3: Si los padres ya identificaron que su hijo siente miedo por los disfraces debe evitarse exponerlos sobre todo en estas fechas a estos estímulos estresantes como lo son las aglomeraciones de personas disfrazadas.

“Es importante tener en cuenta el rango de edad del niño porque entre más pequeño, se cansa más, se satura y en Halloween hay muchos estímulos como el ruido, disfraces, aglomeraciones y demás”, dijo la experta.

4: Ser creativos y utilizar elementos que permitan ir dándole a conocer al niño qué es Halloween.

“Inicia de a poco con el proceso de adaptación; emplea accesorios, vestidos, maquillaje y deja de último las máscaras o elementos que oculten del todo la identidad del niño”, comentó la psicóloga Carolina.