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Especies como puercoespines, murciélagos, zorros, fueron encontrados en plantaciones forestales por investigador CES

murciélago

Fotografía: Cortesía Juan David Sánchez Londoño

Un grupo de investigadores de Colombia registraron 95 especies silvestres en las plantaciones de la región Caribe y Andina. Por medio de un estudio de inmersión hallaron especies como murciélagos, monos titíes y hasta venados en territorios intervenidos por el hombre donde no se esperaba su presencia.

La investigación Mamíferos silvestres en plantaciones forestales: ¿Una oportunidad para su conservación? Es un proyecto sobre la diversidad de especies de mamíferos silvestres que habitan algunas plantaciones forestales de teca y pino de la región Caribe y Andina de Colombia, para comparar esa diversidad con la de los bosques nativos alrededor de estos sistemas productivos.

 El estudio, que llevó 5 años de trabajo de campo y consolidación de la información, arrojó resultados en 2020: la diversidad de mamíferos silvestres dentro de las plantaciones forestales es ligeramente menor a la que hay en los bosques nativos, pero son usadas por alrededor del 75% de las especies, es decir que estos son ecosistemas con un número considerable de especies de mamíferos silvestres, a pesar de que en general las especies se encuentran en menor número de individuos de cada una de las plantaciones.

Este proyecto fue desarrollado por tres investigadores: Juan David Sánchez Londoño, docente de los programas de Biología y Ecología de la Universidad CES, Sebastián Botero Cañola de la Fundación Laboratorio de Conservación Colombia y Tomás Villada Cadavid de la UdeA.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO (Por sus siglas en inglés), el 7% de los bosques del mundo corresponden a plantaciones forestales, aproximadamente la mitad de ellas establecidas exclusivamente para la producción comercial.

 “Una plantación forestal es un sistema productivo, como un cultivo de cacao o de café. Pero en este caso el producto es usualmente la madera. Algunos lo llaman bosques plantados, pero hay que hacer la diferencia, ya que un bosque natural es más biodiverso”, aseguró Juan David Sánchez Londoño, investigador de la Universidad CES.

Los sistemas productivos albergan aves y mamíferos, incluso en riesgo de extinción. Si se reconocen las especies que habitan en estos espacios intervenidos por el hombre, los productores de madera deberán ajustar sus planes de manejo para proteger a los animales y ser conscientes de que en esos territorios hay interacciones entre seres vivos y son claves para conectar poblaciones de las especies que habitan allí y que se movilizan hacia los bosques naturales, advierten los investigadores.

El trabajo de campo se ejecutó en algunas plantaciones alrededor del Valle de Aburrá como en los municipios de Caldas, El Retiro y el corregimiento San Antonio de Prado en Medellín. También en los municipios de Yarumal en el Norte de Antioquia, Puerto Libertador en Córdoba y San Onofre en Sucre.

 Las plantaciones forestales están rodeadas de bosque nativo, propiciando así la heterogeneidad en el paisaje “como una colcha de retazos de bosques y plantaciones que favorecen que estos lugares estén albergando tal diversidad de mamíferos”, comentó el docente.

En estos núcleos forestales se encontraron 49 especies de mamíferos en los territorios del Caribe (Tea) y 46 especies en los de los Andes (Pino) y dentro del artículo  hay una lista de cada una de las especies que se hallaron en cada lugar.

Algunas de las especies encontradas fueron murciélagos frugívoros, nectarívoros e insectívoros, puercoespines, zorros, tigrillos, pumas, primates como monos aulladores, titíes, martejas, ardillas, osos perezosos y venados.

En el trabajo de campo se usaron diferentes métodos de estudio. Por ejemplo, para capturar a los murciélagos usaron unas redes especiales llamadas “redes de niebla” y para otras especies más grandes se usaron cámaras trampa automáticas que se instalaron en las plantaciones, tanto en el día como en la noche para registrar mamíferos nocturnos y diurnos.

En Colombia no se ha consolidado un análisis del impacto de las plantaciones y los animales que habitan en ellas, incluso algunas personas tienen el imaginario de que son “desiertos verdes”, cuando en realidad hay una gran cantidad de especies, según los investigadores. 

 “La mayoría de la superficie terrestre son áreas modificadas para la agricultura, la ganadería, la minería, y para ciudades y asentamientos humanos. Entonces, gran parte de la biodiversidad está en estos lugares y de ahí parte que tengamos que hacer esta investigación para generar conciencia, principalmente en los productores de materia prima, sobre hacer conservación en estas áreas intervenidas”, manifestó Sánchez Londoño.

 La Facultad de Ciencias y Biotecnología de la Universidad CES espera seguir fortaleciendo esta línea de trabajo sobre el análisis de la diversidad y la oportunidad de generar conocimientos en sitios transformados o en sistemas productivos como estos, los cuales requieren de estudios para que las personas inmersas en ellos adecúen sus planes de manejo en pro de la conversación de estas especies.

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